En el transcurso de su historia, que abarca tres milenios, y como capital del Imperio Romano, Roma se constituyó en una de las primeras grandes metrópolis de la humanidad. Fue centro de una de las civilizaciones antiguas más importantes. Influenció la sociedad, la cultura, la lengua, la literatura, el arte, la arquitectura, la filosofía, la religión, el derecho y la forma de vestir de los siglos sucesivos. Es la ciudad con la más alta concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo, su centro histórico es la expresión del patrimonio histórico, artístico y cultural del mundo occidental europeo. En 1980, junto a las propiedades extraterritoriales de la Santa Sede que se encuentran en la ciudad y la Basílica de San Pablo Extramuros, fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Roma es el corazón geográfico de la religión católica y la única ciudad del mundo que tiene en su interior un Estado extranjero: el enclave de la Ciudad del Vaticano, Estado Pontificio bajo el mando del poder temporal de los papas. Por tal motivo se le ha conocido también como la capital de dos Estados.
Italia es un país rico en cultura, lleno de costumbres y figuras destacadas, una prueba más de ello sería la gran cantidad de músicos y cantantes de origen italiano que han sido resaltados tanto en este país como en el mundo entero. Dentro de la música italiana el género por excelencia es la ópera. La ópera nació en Italia alrededor del año 1600, en donde continuó teniendo un rol dominante en la historia del género hasta el día de hoy. Las obras de compositores italianos del siglo XIX y principios del siglo XX tales como Rossini, Bellini, Donizetti, Verdi y Puccini se encuentran entre las más famosas jamás escritas, y hasta el presente son representadas en los principales teatros de ópera de todo el mundo.
Enrico Caruso, tenor italiano, fue el cantante más popular durante los años ´20 y uno de los pioneros de la música grabada. Su gran éxito de ventas y una voz extraordinaria, aclamada por su potencia, belleza, riqueza de tono y técnica superlativa, le convierten en uno de los más famosos cantantes de ópera de todo el siglo XX. Asimismo, tenía un repertorio de unas quinientas canciones, desde canciones napolitanas y tradicionales de Italia hasta temas populares de la época.
Durante la primera mitad del siglo XX, el estilo dominante será la canción melódica o ligera, estilo que surge en Estados Unidos y que enseguida hace furor en Europa. De estos primeros cantantes podemos destacar a Alberto Rabagliati.
En 1951 da comienzo el Festival de San Remo, importante acontecimiento musical que va a marcar la música italiana. Este prestigioso festival de la canción ha contado con excelentes cantantes que más tarde se hicieron conocidos en el todo mundo, tales como Claudio Villa con su Buenos días tristeza, Doménico Modugno y su Nel blu dipinto di blu o su Addio addio, Adriano Celentano con su famoso Chi non lavora non fa l´amore, Nicola di Bari, Gianni Morandi, Massimo Ranieri, Al Bano, Eros Ramazzotti, Umberto Tozzi… entre otros grandes cantantes italianos de gran prestigio.
El primer cantante que muestra un estilo pop en Italia es Domenico Modugno que alcanzaría la fama en la segunda mitad de los 50, siendo pionero en este género. Adriano Celentano, aportaría a la música ligera el frescor del rock and roll tan de moda en Estados Unidos.
Pero no sólo de voces masculinas vivía la canción ligera, de entre las voces femeninas destacamos a Mina, conocida como la más grandes cantantes italianas y una de las más grandes de Europa. Mina es la única similar en potencia y prestigio a las grandes cantantes de jazz estadounidenses, quien no recuerda Parole parole o Grande grande grande. Ornella Vanoni que destacaba por su elegancia y cierta sensualidad, con su Senza fine. Iva Zannichi con canciones como Zingara o Ciao, cara come stai?. Gigliola Cinquetti una niña de 17 años que dio el golpe en 1964 ganando San Remo y Eurovisión con Non ho l’eta, y con canciones como Dio como te amo. Tampoco debemos olvidarnos de Patti Bravo, que en 1968, vendió 9 millones de discos con La Bámbola. Finalmente, hay que hablar de Rita Pavone, que aparece en el mundo discográfico italiano con solamente 17 años y cuyo aspecto exterior: pelirroja, pecosa y con el pelo corto, le granjeó las simpatías del público. Sus dos primeros éxitos dieron la vuelta al mundo: Cuore y Che m’importa del mondo. La Pavone cantaba con pose de colegiala y con una voz algo chillona, pero con encanto.
Han pasado los años y la música italiana sigue cotizando al alza. Otros cantantes se han sumado a esta lista interminable de grandes voces. Por citar algunos: Tiziano Ferro, Nek, Laura Pausini, o el completísimo Andrea Bocelli, tenor, músico, escritor y productor musical. Ha grabado diez óperas completas, además de discos con canciones clásicas y de música pop.
La lista sería interminable, muchos han quedado sin nombrar, pero seguro que en otra ocasión volveremos con la canción italiana. En nuestra próxima parada cruzaremos el “charco” hasta la ciudad de los rascacielos. Mientras, os esperamos en la Biblioteca Forum con nuestras recomendaciones musicales.